La atención psicosocial para enfrentar el impacto de las migraciones en las familias, es urgente

El Estado de Guatemala tiene el reto urgente de atender las necesidades psicosociales de la población migrante y sus familias; garantizar la atención diferenciada a niñas, niños y adolescentes, así como atender las diferentes realidades de las familias ante los cambios de roles tradicionales que implican las migraciones. Estas son las principales conclusiones del taller “Cambios de roles familiares provocados por la migración con énfasis en niñez y adolescencia”, realizado el jueves 7 de marzo en la Ciudad Capital.
El taller forma parte del II Proceso Formativo sobre Migración Infantil, en el marco del Proyecto Binacional a Favor de la Niñez Migrante Guatemala-Honduras, ejecutado por el consorcio CIPRODENI y PAMI, en Guatemala y COIPRODEN, en Honduras, así como el apoyo técnico de KNH y la asistencia financiera del Ministerio Federal de Cooperación Económica y Desarrollo Alemán.
En la primera sesión formativa la antropóloga e investigadora Lizbeth Gramajo, abordó el fenómeno de la migración internacional desde una perspectiva histórica y sus características recientes. El conflicto armado en Guatemala es uno de los principales hechos históricos que motivaron las migraciones fuera del país de miles de guatemaltecos principalmente, en la década de los 80. La migración de mujeres comenzó a visibilizarse en los años 2000, y la de niñas, niños y adolescentes se registró por primera vez, aproximadamente en 2008.
El impacto psicosocial
“La familia de hoy no es la familia de hace décadas. Han cambiado los roles tradicionales de proveedor -del padre- y cuidadora -de la madre-“, explica la antropóloga. Sin embargo, advierte que, en Guatemala, el peso de las familias en la migración es importante. “La decisión de migrar no es arbitraria. Los gastos de la migración se asumen en familia (pago al coyote o la deuda); además, la familia sigue siendo la principal motivación para salir del país por reunificación y para el retorno”, indica.
La investigadora explicó la tipología de familias guatemaltecas que “están dispersas en el espacio transnacional”. Las familias sufren consecuencias psicosociales que cambian su dinámica de vida, en lo personal y lo colectivo. En el caso de las familias conformadas por esposo/esposa, se observa depresión en ambos, como consecuencia por la separación. Además, se puede manifestar temor a las infidelidades conyugales y deterioro de los vínculos afectivos. En otros casos, las mujeres que se quedan en el país de origen, son controladas por familiares del esposo.
En el caso de una familia tradicional conformada por padre, madre e hijas/hijos, se manifiestan sentimientos de pérdida de apoyo afectivo, para los que se queda o se van. Además, se ejerce a maternidad/paternidad a distancia, “quien está a fuera ejerce desde lejos y surgen desobediencia rebeldía, de las hijas e hijos”. En otros casos, cuando se quedan las esposas, encuentran mayor autonomía y mejoras en la situación familiar.
En el caso de que la madre se encargue sola de sus hijos, su migración provoca una experiencia desestabilizadora e los hijos/hijas. Además, ella carga con la culpa “por haber dejado a los hijos/as”, dice Gramajo. En este caso los familiares, como abuelos, hermanos o tíos, se encargan de los cuidados.
Cadenas globales de cuidado
Las Cadenas Globales de Cuidado se refieren a las mujeres migrantes que se encargan de labores de cuidado en el país de destino: cuidan niños, ancianos o se encargan de trabajos de casa particular. Esta idea también alude al trabajo de las familiares de las migrantes, como las abuelas, las hijas o las tías, que se responsabilizan del trabajo de cuidados en el país de origen.
Otro de los casos es el de las familias con estatus migratorio mixto, en las que al menos uno de los miembros se encuentra en situación irregular: a) padres que se encuentran en situación irregular y que tienen hijos nacidos en EE. UU, (ciudadanos americanos), b) uno de los padres obtuvo la residencia, sin embargo, la pareja y los hijos están en situación irregular, como resultado ocurre la separación de familias, y se manifiestan el miedo, angustia y precariedad social, porque no todos en la familia tienen los mismos derechos, explica la antropóloga.
Cambios de roles
Entre los principales cambios de roles, se observa a las abuelas cuidadoras, tías cuidadoras, tíos cuidadoras, hermanas cuidadoras. Todos asumen cuidados cuando migran ambos padres o en el caso de madres solteras o separadas.
Un problema que enfrentan las abuelas cuidadoras, es el de las brechas generacionales porque puede ser una dificultad para cuidar a los nietos, y un factor de conflictos, porque los niños no reconocer la autoridad de quienes los cuidan o porque las personas no saben cómo ejercer los cuidados.
En el caso de las niñas y niños “dejados atrás” por la migración o que se quedan en Guatemala, según Gramajo, se ha visto que crecen con el “Sueño Americano”, como la expectativa futura. “Crecen con el anhelo del Sueño Americano. Muestran desinterés por el estudio y se da la deserción escolar. Tienen dificultad para estudiar, baja estima y sentimiento de abandono”, según la investigadora.
En el caso de los adolescentes, se observan problemas emocionales, sentimientos de pérdida, tristeza y depresión, problemas de identidad y en el desarrollo de su personalidad. “En algunos casos maduran aceleradamente, pues los mayores tienen que asumir obligadamente las tareas de la casa”, dice Gramajo,
Los chicos muestran deseo de migrar, como efecto de la demostración por las redes sociales de otros adolescentes que viven fuera. Los noviazgos a distancia también provocan cambios, “como el caso de los jovencitos que dejaron a la novia quien a va a querer migrar”, son otros aspectos que se observan como impacto de las migraciones.
Finalmente, Gramajo habló de “los nuevos duelos” en la migración, relacionados con la desaparición de familiares migrantes en la ruta migratoria, de familiares fallecidos en la ruta migratoria, familiares fallecidos en el extranjero/procesos de repatriación, niños/adolescentes muertos bajo la custodia de las autoridades fronterizas o por agentes de la Patrulla Fronteriza, y los vejámenes y violaciones a los DDHH (abusos sexuales, engaños, fraudes).