Las Niñas, los Niños y Adolescentes con referentes adultos privados de libertad deben ser visibles para los Gobiernos

En América Latina existen 2.5 millones de niñas, niños y adolescentes con referentes adultos privados de libertad, según la Plataforma NNAPES. En Guatemala, hay más de 60 mil NNA en la misma circunstancia, dijo Gonzalo Salles, director de Guirises Unidos, organización de Uruguay, que participó en el foro “La voz de las Niñas, Niños y Adolescentes en el Sistema de Justicia”.
La Plataforma NNAPES, através del Colectivo Artesana de Guatemala, invitó a la Coordinadora Institucional de Promociòn por los Derechos de la Niñez y la Adolescencia – CIPRODENI- a participar en el foro realizado el martes 01 de octubre, en el marco de la V Asamblea de la Plataforma, realizado en Guatmala, y en conmemoraciòn del Día del Niño.
“La privacion de libertad de un referente adulto tiene un impacto directo en la vida de las NNA. La pena no recae solo en el referente adulto, sino en los NNA porque ellos asumen roles de proveedores y asumen los cuidados de las y los hermanos”, explicó durante su intervención.
Otra de las preocupaciones de la Plataforma NNAPES, según Salles, es que la cantidad de NNA con referentes adultos privados de libertad está creciendo. “Las cárceles de la región están llenas de personas que pertenecen a familias pobres, y cuando esos referentes son privados de libertad, la situación de pobreza de esas familias aumenta y es ahí donde se vuelve necesaria la acción del Estado para revertir el incremento de la pobreza por la privación de la libertad”, advirtió Salles.
Las demandas
Elías de Panamá, Fabrizio de Chile y Héctor de Nicaragua, los adolescentes que participaron durante el foro, dieron sus testimonios y plantearon la necesidad de que los niños, niñas y adolescentes con referentes adultos privados de libertad dejen de ser invisibles para los gobiernos.
Los chicos señalaron la vulneración de sus derechos durante los allanamientos y detenciones de sus referentes adultos; la discriminación en el ámbito familiar, comunitario y escolar; la falta de condiciones adecuadas durante las visitas a sus referentes en las cárceles; el impacto psicológico que los puede llevar a la depresión, al consumo de drogas e incluso al suicidio; y las implicaciones económicas, ya que muchas veces deben abandonar la escuela.
“Normalmente en los allanamientos hay mucha violencia. Nosotros no tendríamos que ver esas situaciones”, advierte Fabrizio, quien recomienda que: “cuando llegue la policía o los carabineros, que venga una fuerza especial con psicólogos o personas que sepan dar tratamiento y tranquilicen a los niños, que les digan que ya va a pasar, porque es muy fea esa situación”.
Elías, quien tiene a su madre y un hermano privados de libertad, habló del impacto de la violencia psicológica que enfrenta cada vez que visita a sus familiares. “Me dicen que esperan verme pronto ahí. Yo me quedo con mucha rabia”, contó el chico, quien además narró que su padre fue asesinado. Elías también señaló la importancia que tienen las maestras y maestros cuando las chicas y chicos viven en estas situaciones, porque muchas veces, todos sus referentes adultos están privados de libertad o han muerto por la violencia que se viven en sus paìses.
En 2017, durante la III Asamble de la Plataforma NNAPES, en Repùblica Dominicana, los adolescentes y jóvenes con referentes adultos privados de libertad, realizaron una serie de propuestas a funcionarias y funcionarios del Sitema de Justicia y de los Gobiernos de la región, “con la esperanza de que “tomen acción y puedan mejorar la vida de todos los que pasan por estas experiencias”. Entre ellas, se dirigen a las jueces y juezas, para que reflexionen sobre la importancia de su rol en el cumplimiento de sus derechos.
Una guía para su abordaje
El Colectivo Artesanas elaboró un Modelo Institucional de Atención a Niñas, Niños y Adolescentes vinculados a personas privadas de libertad, mujeres privadas de libertad y guardias penitenciarias. El modelo busca disminuir los niveles de discriminación contra las NNA, además de incidir en el Estado para que cree políticas públicas específicas para atender y acompañar a esta población. El modelo se creó también, en el marco del llamado hacia los países para que, de acuerdo a sus posibilidades, implementen las llamadas Reglas de Bangkok, de las Naciones Unidas, referidas al tratamiento de las reclusas y medidas no privativas de la libertad para las mujeres en conflicto con la ley penal.